¡Ser Luz!

Es nuestra propuesta para animar a otros a evangelizar, es decir, a “ser luz comunicando la Verdad”.

Como discípulos misioneros, no sólo recibimos formación permanente como lo exige nuestra condición de profetas, sacerdotes y reyes gracias a nuestro Bautismo, sino que queremos ser testigos de que Jesucristo puede transformar la vida de las personas.

Dejando que el Evangelio nos ilumine, podemos convertirnos en luz para los demás y nuestro testimonio puede realmente iluminar la vida de los demás, ¡Así somos luz para el mundo, lámparas encendidas tanto por nuestra palabra como por nuestros hechos!

Aspiramos a ser apóstoles para llegar hasta el último rincón del mundo, ahí donde la confusión y la oscuridad parecen prevalecer. ¡A eso estamos llamados: a ser luz para el mundo!